Hoy una receta bien fácil y rápida de hacer. Os traigo una opción de preparar pollo con un toque oriental que hará que la clásica pechuga, poco agradecida en la cocina, os quede resultona y sabrosa. La palabra Teriyaki se compone por «teri», que se le da el significado de barniz, y «yaki» que significa parrilla. Si sois asiduos a restaurantes orientales seguro que la conocéis de sobra, quizás a otros os suena. Sea como sea, os animo a todos a hacer esta receta.
Ingredientes para 2 personas:
- 2 pechugas de pollo
- 120 ml de soja
- 60 ml de mirin
- 60 ml de sake
- 60 gr de azúcar
- 2 trozos de piel de jengibre
- semillas de ajonjolí
- sal
- pimienta
- aceite de oliva virgen
Primero prepararemos la salsa. Para ello pondremos la soja, el mirin, el sake, el azúcar y la piel del jengibre en un cazo o cacerola a fuego medio. Vamos removiendo para disolver el azúcar y cuando rompa a hervir bajamos al fuego a bajo y dejamos hirviendo durante 5 minutos. Retiramos del fuego, colamos y dejamos enfriar.
Cortamos las 2 pechugas en tiras finas y salpimentamos.
En una sartén a fuego medio alto, echamos un chorrito de aceite de oliva virgen y cuando esté caliente salteamos las tiras de pollo.
Rociamos el pollo con la salsa totalmente fría y espolvoreamos unas semillas de ajonjolí para terminar.
¿Fácil o no? 😉
Trucos: como la salsa lleva azúcar la podéis preparar con anterioridad y conservarla en la nevera hasta el momento de utilizarla. Os aguantará bien durante 4 días.
Opciones de presentación: Esta receta hace un tándem perfecto con arroz variedad jazmín hervido aunque con una ensalada de brotes frescos también es buena opción.
En 5 días publicaré el último post de este primer año de blog. ¡Será algo especial así que os espero a tod@s!
¡Besos y os deseo una Feliz Navidad!
Alda.
Este plato hará las delicias de los que le gusta la cocina oriental!!
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Ummmmm!!!! Esperant l’ultima recepta de l’any…….
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