CREMA DE CALABAZA.

La primera receta que vamos a publicar es fácil. Así nadie tiene excusa para no animarse y hacerla en casa. Vamos a aprovechar un producto de temporada cómo es la calabaza. Es importante conocer qué productos son de temporada pues de esta forma aprovechamos al máximo los recursos que nos da la tierra. La calabaza tiene muchas posibilidades en la cocina y es una buena aliada para la prevención de enfermedades como el cáncer. Tiene mucha vitamina C, es fuente de fibra y es un buen antioxidante.

Esta vez hemos decidido utilizarla para una crema buenísima y muy fácil de hacer ya que solamente necesitamos el ingrediente principal, la calabaza, y poco más. Vamos a ello.

Ingredientes para 4 personas:

• 1 calabaza
• 1 cebolleta
• Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
• Agua
• Sal
• Pimienta

Preparación:

La calabaza que tenía en casa pesaba 2 quilos y he utilizado tres cuartos, por tanto, con 1 quilo y 750 gramos de calabaza tendremos suficiente. Empezamos cortando la calabaza. Tened mucho cuidado cuando la cortéis al principio porque cuesta un poco. Tenemos que pelarla y trocearla en dados.

Hacemos lo mismo con la cebolleta.

En una olla pondremos 6 cucharadas de AOVE a fuego medio alto. Una vez el aceite esté caliente, añadimos la calabaza troceada junto con la cebolleta. Añadimos un poco de sal sin pasarnos, más tarde ya rectificaremos. Rehogamos todo durante 7 minutos aproximadamente o hasta que veamos que la calabaza está a medio cocer.

En ese momento cubrimos de agua cómo veis en la foto. En mi caso, con 3 vasos ha sido suficiente. Y dejamos hervir todo durante 7 minutos más a fuego medio.

Retiramos del fuego y trituramos todo hasta que nos quede una crema fina. Rectificamos el punto de sal y añadimos un poco de pimienta molida. Y ya tenemos lista nuestra crema de calabaza.

Trucos: para que no os quede la crema demasiado líquida, en el momento de retirar la olla del fuego podéis quitar un poco del caldo con un vaso. Siempre es mejor añadir el caldo sobrante si lo necesitamos que no triturarlo todo de golpe y que en vez de una textura de crema nos quede una sopa.

Esta receta nos permite tener un primero tanto para la comida como para la cena. Y admite poder congelar o tenerla preparada del día anterior.

Opciones de presentación: a mí me gusta presentar la crema en un cuenco con un chorro de AOVE.

Si queréis, también podéis añadir un chorro de nata para cocinar cuando terminéis de triturar la crema y posteriormente servirla.

Hasta aquí la primera entrada oficial del blog. ¡Muchas gracias y hasta la próxima receta!

Alda.